El Consumidor responsable
y El Consumidor irresponsable
“Los consumidores
modernos pueden etiquetarse a sí mismos con esta fórmula yo soy aquello que
tengo y aquello que consumo – Erich Fromm
Recientemente realice
un resumen de un artículo para una materia de mi carrera y en este artículo se
hablaba sobre la historia e influencia de la denominada “cajita feliz” de la
cadena internacional de comida rápida McDonald’s, el análisis que el autor hizo
en el escrito me pareció muy interesante porque demostraba la manera en la cual
el simple concepto de una cajita feliz hizo un cambio fundamental en el mundo
de las cadenas de comida rápida e incluso en el mercado minorista comercial. Se
planteó el debate sobre ¿Qué es lo
realmente se está vendiendo, se está vendiendo comida o se está vendiendo la idea
de “felicidad” para el consumidor?
El mundo actual en el
que vivimos es uno de consumismo donde la gente tiene una necesidad constante
de tener algo que no necesita y después de un poco lapso de tiempo hacer otra búsqueda
por algún bien que lo satisfaga a su criterio, un ejemplo claro de una empresa
que ha creado esta idea en la gente es Apple Inc. Somos gente que desea el
tener cosas aunque no tengamos conocimiento sobre qué uso les podemos dar en
nuestra vida personal somos una sociedad considerada como “consumidora”.
En esta sociedad hay
dos diferentes tipos de consumidores los responsables y los irresponsables, la
diferencia clave entre estos dos es que los primeros son principalmente
individuos pendientes del entorno actual en el que viven que piensan sobre las
consecuencias sociales, ambientales y económicas
que puede provocar su compra por un determinado producto con mal recepción en estas
características, es gente que decide comprar productos por diferentes criterios
sin realmente tomar en cuenta el placer que puede darles el consumo de un
producto que es considerado dañino. Los segundos son los consumidores comunes en
el mundo al ser irresponsables, es básicamente gente que no toma en cuentas
variables importantes para determinar la compra de un producto ellos solo se
enfocan en el placer que puede darles el consumir dicho producto, las
consecuencias son algo secundario que ha perdido importancia en su mente la única
meta es conseguir algo sin darle mucho interés a la manera en que se obtuvo
dicho bien.
Una pregunta
frecuente en este asunto es ¿Por qué la gente no le da tanta importancia a las
futuras consecuencias de ser un consumidor irresponsable?, la respuesta a lo
anterior es la siguiente: la sociedad únicamente toma en cuenta importante las
cosas que tienen un efecto inmediato en su propio ambiente y no a los sucesos
que tienen un efecto a una menor velocidad y en la mayoría de los casos fuera
de su ambiente. Esto es algo que realmente no debería de pasar así ya que es
casi inexplicable pensar que hay gente que no le importa las consecuencias de
sus acciones en cualquier lapso de tiempo o ambiente posible, todos los
individuos que conformamos una sociedad tenemos una obligación moral de querer
que las cosas mejoren en vez de únicamente solo tratar de empeorarlas al ceder
a nuestra sed de consumismo.
La tentación de
seguir el modelo establecido actualmente de consumismo irresponsable es algo
que todas las personas alguna vez hemos pensado y es muy difícil a veces el
estar peleando contra lo que una mayoría considera como “normal”, pero es
nuestro deber con la humanidad el ser responsables ante el mundo que se nos ha
encomendado aunque esto signifique tener que hacer sacrificios para poder ser
parte del movimiento de un consumidor responsable.
- -Alejandro Pérez
Flores
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